Por Maibort Petit
@maibortpetit
Con rostro pálido y desencajado, un uniforme de prisión azul, unas tenis blancas, apareció Vicente Zambada Niebla ante los miembros del jurado que emitirán el veredicto en el juicio que se le sigue a Joaquín “el Chapo” Guzmán. La presencia del exnarcotraficante, ahora testigo del gobierno y quien era conocido es como «Vicentillo», generó cierto resquemor en el acusado, quien trataba de evitar su mirada luego del saludo inicial. Contrariamente, Zambada Nieblas le clavó los ojos a Guzmán desde su llegada, saludó a su compadre «Chapo» con una sonrisa que fue correspondida brevemente. Una de las afirmaciones del testigo que no fue bien recibida por la defensa fue cuando afirmó que había estado presente en una reunión con su padre, Ismael “el Mayo” Zambada y el Chapo, cuando éste último había ordenado la muerte de Rodolfo Carillo Fuentes, otro narcotraficante hermano menor de Amado Carrillo Fuentes, líder del Cartel de Juárez.
En la medida que el testimonio de Zambada Niebla iba avanzando, salieron a relucir nuevas revelaciones que muestran que el poder político mexicano ha mantenidos nexos fuertes con los carteles de la droga, al menos según explicó el testigo, quien aseguró que había sostenido un encuentro a mediados del década del 2000 con «el Chapo» y su padre «el Mayo» a la que habían acudido representantes de Petróleos de México (PEMEX) y de un grupo de políticos corruptos de alto nivel. Propusieron a los líderes del cartel de Sinaloa que los ayudaran a traficar 100 toneladas de cocaína en un buque petrolero. A la reunión asistió el narco colombiano, Jorge Cifuentes, quien sería la persona encargada de proveer la enorme cantidad de drogas.
«Querían saber si mi padre y mi compadre «Chapo» podían proporcionar esa cantidad de coca», dijo.
Cuando le preguntó la fiscalía si se había materializado ese envío, Zambada Niebla dijo que no sabía si se había hecho porque él fue arrestado para esa época y luego fue extraditado a Estados Unidos.
A lo largo de exposición, Zambada explicó cómo funciona el cartel, cómo y por qué se produjo la violencia durante la guerra de los carteles mexicanos. Asimismo, describió cómo Guzmán Loera consiguió convertirse en uno de los líderes principales del cartel de Sinaloa junto a su padre.
Pago millonario a generales
«Vicentillo» afirmó que su padre pagaba mensualmente a policías federales y generales sobornos que van entre USD 30.000 a USD 50.000 para gozar de protección «para mi papá, el compadre «Chapo «y yo». Los oficiales del gobierno mexicano también debían informar sobre las operaciones antidrogas, operativos y rutas para la droga.
Mencionó que «el Mayo» Zambada había pagado sobornos al coronel Adams (Marco Antonio de León Adams) quien fungió como jefe de guardia personal del presidente Vicente Fox.
Dijo que el código que usaban para regirse al coronel era «Chicle» porque en México había una marca de goma de mascar con el nombre de «Chicle Adams».
Asimismo sostuvo que el general Ántimo, quien formaba parte de la cúpula militar de México también recibió coimas y que era muy amigo de su padre, «el Mayo» Zambada.
La fuga de Guzmán
«El Vicentillo» también dio detalle sobre la fuga de Guzmán de la cárcel de Puente Grande de Jalisco en 2001, asegurando que su compadre «el Chapo» le había contado las peripecias de haber estado dentro de un carrito de lavandería y lo que sintió cuando el empleado que empujaba el carro se paraba para que le abrieran las puertas. Él escuchaba los ruidos que hacían las puertas y por un momento el carrito se rodó y «el Chapo» se asustó de sólo pensar que se iba a caer y lo iban a descubrir porque estaba escondido debajo de las sábanas.
No sobornó al presidente Fox
Aprovechó pare decir que una vez cuando se cumplía un aniversario más del escape, estaba junto al acusado y dice que se reía porque en las noticias decían que habían pagado sobornos al presidente Vicente Fox y a otros para poder sacarlo de la cárcel, «pero eso no fue verdad. Sólo unos pocos participaron y sabían». Afirmó que ni siquiera el director del penal estuvo involucrado en el plan de fuga.
«Vicentillo» explicó al jurado cómo se había involucrado desde muy joven con las actividades de su padre, Ismael Zambada y cómo fue descubriendo a través de la observación los secretos del cártel.
Explicó que supo por el mismo «Chapo» cuando este había ordenado el asesinato de uno de sus rivales, Ramón Arellano Felix en la discoteca Christine de Puerto Vallarta. Incluso explicó que en una oportunidad se había ido con Amado Carrillo a una reunión en casa de Benjamín Arrellano Felix. En el encuentro se enteró que los hermanos querían matar a Guzmán y a su padre.
«Rafael Aguilar Guajardo se iba a encargar de matar a mi papá y a mi compadre «Chapo» y le pidió Amado que se aliara a los Carrillo Felix», dijo.
Más adelante sostuvo que Amado Carillo habría dicho que si mataba a Guzmán y a Zambada también tenía que matarlo a él.
Debido a la amenaza de muerte y al hecho que Ramón Arrellano Felix estaba rodeando el lugar de la reunión, Amado Carrillo llevó a «Vicentillo» directamente al aeropuerto donde los esperaban dos aviones que los llevó a Hermosillo. «Vicentillo» viajó al día siguiente a Culiacán y le contó todo a su padre, quien además de regañarlo por haberse ido a casa de los Arrellano Felix, lo retó porque había faltado un día a la escuela.
Solidaridad entre capos
«Vicentillo» contó que cuando Guzmán se escapó de la cárcel no tenía mucho dinero y «el Mayo» le ofreció ayuda. Por cada kilo de cocaína que vendiera le daría al «Chapo» el 50 por ciento, gesto que Guzmán agradeció y tras lo cual acordó hacer lo mismo con su socio.
Vicente Zambada Nieblas todavía no ha sido sentenciado. Fue detenido en México en 2009 y extraditado a Estados Unidos en febrero de 2010. Se declaró culpable de conspirar para traficar distribuir cientos de kilos de cocaína y se enfrenta a una condena de diez años a cadena perpetua.
Dijo que tenía la esperanza de lograr una reducción de condena, cumpliendo su compromiso de declarar y aportar toda la información que pudiera necesitar la fiscalía.
Además, acordó pagar al gobierno norteamericano 1.373 millones de dólares estadounidenses como parte de su acuerdo de culpabilidad.
El acuerdo también recoge un permiso especial para permitir el acceso a su familia a Estados Unidos, que vinieron por su «seguridad» ya que era mejor estar aquí que en Sinaloa.
Zambada seguirá testificando contra Guzmán este viernes cuando se celebrará la audiencia 23 del juicio.
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