El caos reinante en el país a raíz del proceso de recomposición del régimen que opera en razón del inesperado y contundente pronunciamiento popular en las elecciones presidenciales del 28 de julio, pudiera ser el camino para la transición política en Venezuela, si el liderazgo de oposición opera y maneja adecuadamente dicho caos.
El planteamiento surge a partir del análisis de las exposiciones del experto en seguridad e inteligencia, José Humberto García, quien refiere cómo en la teoría del caos pudiera estar la clave para que se produzca el anhelado cambio político en Venezuela.
La teoría del caos plantea que pequeñas variaciones, por insignificantes que parezcan, generan enormes cambios que pueden parecer inocuas, con el tiempo generarán enormes cambios y con ello una sensación de caos, explica Hernández.
El sistema venezolano es caótico
Aplicar esta teoría del caos al caso de Venezuela significaría entender que, de producirse pequeños cambios en las condiciones reinantes hasta ahora, sería posible generar grandes cambios porque, desde el punto de vista científico, el sistema venezolano es caótico.
Las condiciones imperantes o determinísticas apuntaban antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio a que prevalecería, como había ocurrido por años, el ventajismo del oficialismo y un patrón electoral contaminado y perverso. Sin embargo, ocurrió una situación aleatoria que fue la voluntad del pueblo venezolano determinada a participar masivamente y pronunciarse por el cambo político que representaban Edmundo González Urrutia apoyado por María Corina Machado.
Venezuela es un sistema complejo adaptativo en el que el poder está dividido en nodos o partes que, juntos accionan, para mantener dicho poder. Nicolás Maduro a diferencia de Hugo Chávez, carece del liderazgo y carisma necesario para establecerse de manera hegemónica y debió entregar cuotas de poder a diversos grupos que, en conjunto, lo mantienen en la presidencia de la república a cambio de la obtención de beneficios.
En el “sistema complejo adaptativo” que funciona en Venezuela el régimen de Nicolás Maduro pasó la página del fraude electoral y se mantiene enfocado en impedir, a toda costa, cualquier acción que conlleve a que Edmundo González Urrutia asuma la presidencia el próximo 10 de enero de 2025.
Diosdado Cabello desde el Ministerio para la Relaciones Interiores, Justicia y Paz y con el control del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), se ha hecho del control militar y policial de la dictadura y trabaja para accionar todo el aparato de espionaje, de represión, así como el de desinformación —aspectos claves para el control del poder— y de esta manera garantizar que el poder político permanezca bajo la egida del chavismo.
La comprensión del sistema complejo adaptativo que es Venezuela es lo que permitiría producir los cambios deseados en la realidad del país a partir del manejo adecuado del caos.
Conozca en detalle la teoría del caos explicada por José Humberto García pulsando para ver el video de «Sin Filtros» a continuación:
Consolidación de alianzas
La estrategia de alcanzar la legitimación del régimen de Maduro por la vía de la perpetración de un fraude electoral que propiciaron los hermanos, Jorge y Delcy Rodríguez, fracasó y estos se debilitaron —aunque no al extremo de perder toda su influencia— en la estructura de poder dando paso a Diosdado Cabello, quien se ha fortalecido.
Sin embargo, los Rodríguez continúan trabajando en un área en la que se mueven como pez en el agua, que son los lobbies y el establecimiento de conexiones que le sirvan al régimen en aspectos fundamentales, como el financiamiento de la dictadura.
De allí, que los Rodríguez insistan en la consolidación de las alianzas estratégicas que todavía mantienen y el establecimiento de otras nuevas que le sirvan de sostén a la tiranía. Por ello los constantes viajes que la vicepresidenta ha realizado a destinos como Vietnam y la India, por ejemplo, en donde ha firmado varios acuerdos de los cuales, hasta la fecha, se desconoce su contenido pero que, muy seguramente, apuntan a lograr apoyos al régimen en todos los órdenes.
Búsqueda de apoyos
Frente a Diosdado Cabello los Rodríguez perdieron poder, pero no están en la lona, disminuyó su status quo, pero con la influencia que mantienen aún pueden actuar, tanto para fortalecer el régimen como la fuerza perdida dentro del mismo.
La gran fortuna que han amasado, les permite trabajar en la reorganización y dirigirse a destinos como la India y el Reino Unido —donde resguardan gran parte de su dinero— en procura de aliados políticos que apoyen al régimen o, por lo menos, sigan manteniendo posiciones neutrales “ni-ni”, como es el caso de Josep Borrel, vicepresidente de la Comisión Europea.
La India, recuerda José Humberto Garcia, es asiento de Reliance Industries Limited, conglomerado energético propietario de la refinería de Jamnagar, el complejo industrial más grande del mundo ubicado en el estado de Gujarat, con capacidad para procesar 1,24 millones de barriles de crudo al día, siendo el petróleo venezolano parte fundamental de sus suministros.
Este trabajo de los Rodríguez en la gestión de alianzas, apunta a una radicalización del régimen de Maduro que, luego del 28 de julio, se muestra dispuesto a todo para mantenerse en el poder.
Es decir, entretanto Diosdado Cabello consolida el régimen mediante el poder de la represión y la persecución política con miras a neutralizar cualquier foco dirigido a la desestabilización de la tiranía, los Rodríguez buscan igualmente dicha consolidación de la dictadura, mediante una red de apoyos.
El negocio de la droga
A su vez, el otro nodo del régimen, en el que Cilia Flores —igualmente con Diosdado Cabello—, mantiene el control de las actividades de narcotráfico, para consolidarse en lo económico, lo cual es vital para el financiamiento del régimen, subraya José Humberto García.
Explica García que, en este sentido, en los estados Zulia, Apure, Táchira y Amazonas, ejes por donde ingresa la cocaína a Venezuela, igualmente el régimen trabaja en la reorganización de la actividad criminal que en ellos se desarrolla.
“Como en cualquier negocio, los narcos buscan capitales criminales y no quieren destruirse entre ellos, sino que, simplemente, como cualquier otra corporación, negocian y buscan una manera de reorganizarse sin tener un costo de sangre y un costo económico”, refiere el experto en seguridad e inteligencia.
El problema está, alerta García, en que esta búsqueda de nuevas alianzas ocurre de manera tan rápida, “que están dejando muchísimos rastros”. Estas huellas, para quienes estudian el caso venezolano, es vital, pues nunca habían sido tantas, lo cual facilita entender cómo funciona y, por supuesto, conocer sus debilidades.
“Nunca habíamos visto tanta información llegando de Venezuela de lo que hay adentro del país, porque en este este proceso de descomposición y recomposición de alianzas queda mucha gente descontenta y que comienza a decir lo que está ocurriendo, comienzan a buscar alternativas, alianzas, la gente está hablando muchísimo de la situación”, refiere.
Una ventana de esperanza
Entretanto se produce esta recomposición del régimen de Maduro, en donde cada uno de los nodos que lo conforman trabaja para fortalecer la dictadura luego del fracaso de la estrategia de relegitimación de la tiranía por la vía electoral, la dictadura padece su momento de mayor vulnerabilidad.
Tras el golpe de estado en que se tradujo el fraude electoral de Maduro ocurren los necesarios reacomodos de la tiranía para estabilizarse y consolidarse por vía de las alianzas estratégicas, la persecución política y los negocios irregulares. El sistema complejo adaptativo que es Venezuela está, pues, en evolución, se encuentra desordenado y, por tanto, repetimos, es más vulnerable que nunca.
Asimismo, la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos, plantea un nuevo escenario distinto, donde el régimen carecerá de los apoyos que le brindó la administración de Joe Biden con la que negoció tras bastidores y obtuvo grandes prebendas.
En este sentido, José Humberto García destaca que habiendo sido la elección presidencial venezolana una expresión de la soberanía popular en la que la población se pronunció en favor del cambio como nunca lo había hecho, se abre una nueva ventana de esperanza para reconquistar la democracia.
El resultado de la elección “fue una decisión soberana del pueblo venezolano, eso no se lo quitan así no más y el mundo civilizado el mundo organizado, el mundo democrático está trabajando afuera, sobre todo, la diáspora”, para recuperar la libertad.
Es decir, del mismo modo en que el régimen se recompone, también lo ha hecho la oposición venezolana que tiene en el triunfo de Trump una nueva posibilidad para alcanzar este propósito.