El Departamento del Tesoro de Estados Unidos informó este domingo que está avanzando en el proceso para poner fin a las licencias que actualmente permiten a empresas petroleras operar en Venezuela. Esta medida refuerza la estrategia de sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro y representa un giro en la política de Washington hacia una postura de mayor presión económica.

A través de un comunicado publicado en su página web, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) confirmó que se encuentra preparando las medidas necesarias para revocar la Licencia General 41, así como otras autorizaciones específicas vinculadas al sector energético venezolano. Según explicó la OFAC, en los próximos días se emitirá una guía adicional para aclarar los pasos a seguir y facilitar la implementación de las nuevas restricciones.
Impacto económico
La revocación de la Licencia General 41 y otras autorizaciones relacionadas con el sector energético podría reducir la producción petrolera venezolana en aproximadamente 300,000 barriles diarios, lo que representa alrededor del 25% de su producción actual. Esto resultaría en una disminución sustancial de los ingresos por exportaciones de petróleo, que constituyen la principal fuente de divisas que recibe el régimen de Nicolás Maduro.
Consecuencias para empresas extranjeras
Empresas como Chevron, la principal beneficiaria de estas licencias, se verán obligadas a cesar sus operaciones en Venezuela antes de lo previsto. Otras compañías internacionales, como Repsol y ENI, también podrían verse afectadas por la decisión.
Impacto en la economía venezolana
Expertos advierten que la medida podría provocar una contracción significativa del PIB venezolano, con estimaciones que van desde 3.8 hasta 7.5 puntos porcentuales, dependiendo de la magnitud de la reducción en la producción petrolera. Además, se prevé un aumento en la tasa de cambio del dólar debido a la menor oferta de divisas en el mercado cambiario.
Expertos han señalado que la política de la administración de Donald Trump de aumentar la presión sobre el régimen de Maduro. Washington justifica esta acción en parte por el supuesto incumplimiento del gobierno venezolano en temas electorales y de repatriación de migrantes.
El endurecimiento de las sanciones podría profundizar la crisis económica en Venezuela, que ya ha perdido el 80% de su tamaño económico durante el régimen de Maduro.