El deterioro del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores formales es la principal característica del mercado laboral venezolano y las remuneraciones de signados por la precariedad a consecuencia de la acelerada inflación desde 2024. De este modo, el ingreso se hace insuficiente para cubrir la canasta básica.
Así lo determina el “Informe de coyuntura Venezuela. Abril 2025”, elaborado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), el cual, además, advierte que el salario mínimo ha perdido relevancia.
Al tal perdida de importancia contribuye grandemente la media de sustitución que el gobierno implementa al sustituir dicho salario mínimo por una política de bonos discrecionales —especialmente el bono de guerra económica— que le permiten un mayor control y reducen los costos laborales.
Más bonos, menos salario
Los analistas de la UCAB aseguran que, en razón de esta política del chavismo, el salario mínimo ha perdido relevancia como indicador, especialmente para empleados públicos y pensionados cuyo ingreso está compuesto mayoritariamente por bonos, entretanto el salario representa apenas un pequeño porcentaje del mismo.
El informe presenta datos salariales promedio para los sectores manufacturero, comercial y de servicios en los cuales se muestra que solo los gerentes tienen ingresos que superan el costo de la canasta básica familiar.
El precario ingreso laboral se causa fundamental de la informalidad, la pobreza y la emigración masiva. Aunque hay discusiones sobre el ajuste del salario mínimo, las perspectivas de cambio significativo en 2025 son limitadas debido a restricciones financieras.
Deterioro del poder adquisitivo del salario
La aceleración de la inflación desde el tercer trimestre de 2024 exacerbó la insuficiencia de los ingresos para cubrir la canasta básica alimentaria desde 2015. La disminución de los salarios reales afecta tanto al sector formal —equivalente a 53 % de los trabajadores—, como al sector público, donde el ajuste fiscal ha implicado una reducción de las remuneraciones reales.
El salario mínimo legal perdió toda significación como indicador para el cálculo de beneficios laborales en razón de la política estatal de sustituir el salario por bonos discrecionales. Esto otorga al régimen de Maduro un mayor control social, además de reducir costos laborales y de seguridad social.
Para marzo de 2025, el salario solo representó el 1,6 % del ingreso mínimo mensual de un empleado público promedio —de Bs. 8.070 equivalentes a USD 115—, mientras que el 98,4 % restante provino de bonos (24,8 % Cestaticket, 73,6 % bono de guerra económica).


El bono de guerra económica
El denominado bono de guerra económica ha ganado relevancia frente al salario, especialmente para trabajadores de la administración pública y pensionados.
Se trata de una asignación que —a diferencia del salario mínimo se ha mantenido constante en términos nominales— ha estado indexado a la variación del tipo de cambio oficial.

El informe de la UCAB destaca que el sector privado concentra el 28 % de la fuerza laboral empleada, mientras que el sector público representa el 25 %, esto, de acuerdo a cifras preliminares ENCOVI 2024.
Las remuneraciones en el sector privado son superiores a las del sector público, pero varían significativamente por sector, actividad y función. Pero aun con salarios más altos, las remuneraciones promedio en el sector privado tampoco son suficientes para adquirir la canasta básica.
Cifras de Conindustria refieren que, al cierre de 2024, el sector manufacturero tenía este panorama:
- Personal obrero: USD 230 mensuales (aumento del 18 % vs 2023).
- Profesionales y técnicos: USD 460.
- Personal gerencial: USD 1 048.

Por su parte, el sector comercial y de servicios, según cálculos del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF, 2024), en el área metropolitana de Caracas se veía así:
- Remuneración promedio: USD 241 mensuales (aumento del 19 % vs mismo trimestre año anterior)
- Gerentes: USD 512
- Profesionales y técnicos: USD 338
- Obreros: USD 222
Dispersión espacial de los ingresos
El informe de la UCAB advierte que existe una gran disparidad regional en los ingresos y refiere que la remuneración promedio en Caracas (USD 110) es más del doble del promedio nacional, mientras que otras regiones como Zulia (USD 114), Nueva Esparta (USD 202) y Anzoátegui (USD 93) muestran variaciones significativas.
Es de hacer notar la discrepancia que presenta el informe respecto a la cifra promedio de Caracas (USD 110) y la cifra promedio del sector comercial y de servicios en Caracas (USD 241) reportada por la OVF.
Se hace referencia a que el sector comercial y de servicios experimentó incrementos superiores al 200 % en moneda nacional en los últimos cuatro años; entretanto en el sector industrial los aumentos fueron menores, entre 65 % y 95 %.
Asimismo, se indica que los niveles de remuneración en el sector industrial son mayores que los reportados por la OVF para comercio y servicios en Caracas.
Insuficiencia de los ingresos frente a la canasta básica
Los analistas de la UCAB hacen mención a que los niveles generales de remuneración para profesionales, técnicos y obreros están por debajo del costo de la canasta básica familiar según los indicadores de CEDICE y CENDAS-FVM.
- CEDICE: USD 663
- CENDAS-FVM: USD 498

Solo los gerentes en los sectores industrial, comercial y de servicios tienen remuneraciones suficientes para adquirir la canasta básica familiar y mantener un nivel de vida digno (según la OIT).
Mecanismos de compensación no monetaria
El reporte indica que en empresas del sector privado existen otros mecanismos de compensación no monetarios que complementan sueldos y salarios, enfocados en retener capital humano calificado y escaso.
Subrayan que la precariedad general de los ingresos laborales explica la informalidad, los altos niveles de pobreza y la masiva emigración.
Discusiones tripartitas sobre el salario mínimo
También en el informe de la UCAB se apunta el hecho de que se han retomado reuniones tripartitas para discutir el ajuste del salario mínimo.
- La Red Sindical Venezolana propone elevar el salario mínimo a USD 200.
- La metodología de cálculo y ajuste anual debería ser consensuada según convenios y recomendaciones de la OIT.
- La OIT ha instado al gobierno a cumplir con acuerdos de diálogo social.
Perspectivas para 2025
El informe es escéptico respecto a que se produzcan cambios significativos en materia salarial en 2025.
Esto se debe a mayores restricciones financieras para el gobierno y el sector privado por las sanciones petroleras y la caída esperada en la actividad económica interna.
Se cita la reciente medida del gobierno que reducir la jornada diaria a media jornada ordinaria y la semana laboral a tres días por seis semanas (a partir del 27 de marzo).
Una medida justificada, según el régimen, por necesidad de ahorro energético debido a cambios climáticos. Pero es probable que la decisión obedezca a la necesidad de reducir el gasto público por restricciones financieras.
Esta reducción no implica ajustes en las remuneraciones nominales, pero deja a los empleados públicos con más tiempo disponible para actividades en el sector informal.
Situación crítica del mercado laboral venezolano y remuneraciones

La situación del mercado laboral venezolano y remuneraciones es crítica, marcada por ingresos reales insuficientes que no cubren las necesidades básicas para la gran mayoría de los trabajadores.
La política del régimen de Maduro priorizó los bonos sobre el salario, particularmente en el sector público, impactando la seguridad social y el control social.
A pesar de salarios generalmente más altos en el sector privado, la precariedad sigue siendo generalizada fuera de los niveles gerenciales. Las perspectivas a corto plazo para una mejora significativa en los ingresos laborales son sombrías debido a las restricciones económicas.
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