Con Álex Sabb como operador la tiranía de Maduro busca financiarse con USD 350 millones producto de la venta de Monómeros

Tras bastidores el que mueve los hilos y es el artífice del proyecto de venta de Monómeros es quien considerado por muchos —entre ellos la justicia de Estados Unidos— el testaferro de Nicolás Maduro, ahora su ministro de Industrias y Producción Nacional, Álex Saab. ¿El precio de la operación planteado? USD 350 millones. ¿El objetivo? El financiamiento de la tiranía venezolana.

El mandatario colombiano se ha levantado contra la venta de Monómeros Colombo Venezolanos S.A., al estimarla como una acción que debilitaría la agricultura y afectaría la seguridad alimentaria regional. Por ello, ante las primeras señales indicativas de la venta, procedió a su intervención.

Tal oposición se levanta como un obstáculo al objetivo de concretar la venta antes del 20 de enero de 2025, fecha en la que, tras la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, podría activar sanciones que impidan la transacción.

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Piedra de tranca

Cuando el gobierno colombiano percibió las primeras señales de la venta de Monómeros por parte de la administración chavista, procedió a la intervención de la empresa a través de la Superintendencia de Sociedades de Colombia. Con esta medida administrativa, Petro adoptó la supervisión y control de la que es una de las principales suministradoras de insumos agrícolas de su país.

El estimado como el segundo activo más valioso de Venezuela en el extranjero, la filial Petroquímica de Venezuela S.A. (Pequiven), es también la segunda empresa agroindustrial de la nación neogranadina especializada en la producción de fertilizantes que da cobertura al 40 % del mercado colombiano.

Se trata de una decisión en previsión a una posible insolvencia que pudiera generarse a raíz de la venta de una compañía financiada “por sus vinculados” venezolanos (1).

Incluso, el gobierno colombiano maneja la posibilidad de adquirirla para evitar que vaya a parar a manos privadas.

El peligro de la sanción

El cerebro de operador de la venta de Monómeros es el paisano de Petro, Álex Saab, quien agiliza los trámites y mueve todas las fichas para que se concrete la venta en el menor tiempo posible y, sobre todo, sin la interferencia y posible sanción que Trump pueda imponer a la misma.

Uno de estos trámites habría encendido las alarmas en Colombia y que se reflejó en los resultados operativos y financieros de Monómeros en 2022 y 2023. Se trató de un giro de 136 000 millones de pesos desde la empresa en Colombia a Pequiven, triangulados a través de una compañía en Hong Kong.

Monómeros le pagó a Pequiven la citada cantidad por una compra de urea por intermedio de IPLC, una firma establecida en Hong Kong por Luis Enrique Molina Duque, alto directivo de PDVSA señalado de comandar negociaciones irregulares de nafta con sobreprecios millonarios.

Tal operación que podría acarrear una sanción a Monómeros por parte de la Oficina para el Control de Bienes y Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE. UU. que, mediante la orden ejecutiva 13808 de 2017, prohibía un conjunto de actividades de la petrolera venezolana y sus filiales, lo que incluye a Monómeros.

La sanción se suspendió durante el denominado gobierno interino de Juan Guaidó, pero que la próxima administración de Donald Trump podría reactivar, por lo que Nicolas Maduro encomendó a Saab agilizar la venta antes de que esto pueda ocurrir, pues ello significaría el financiamiento de la tiranía venezolana con USD 350 millones libres de control.

El operador Saab

Álex Saab, testaferro de Maduro, agiliza los trámites para la venta de Monómeros

Y si bien, el agente negociador de la operación de venta de Monómeros fue moneda de cambio entre la administración de Joe Biden y el régimen de Nicolás Maduro —además beneficiado con la liberación de los narcosobrinos de Cilia Flores— la posición y circunstancias de Saab podrían variar significativamente en el gobierno de Trump.

Sus negocios con la dictadura de Maduro —entre ellos el CLAP— de quien es considerado testaferro, mantuvieron a Álex Saab en el ojo de la justicia de os Estados Unidos, donde era procesado judicialmente en el Tribunal para el Distrito Sur de Florida por delitos de lavado de dinero.

Saab, igualmente está ligado a través de negocios turbios a los tres hijos de Cilia Flores, Walter, Yosser y YoswalGavidia Flores, conocidos como “Los Chamos” y el primo de estos, Carlos Erica Malpica Flores.

Desde 2018, Álex Saab se ha convertido en un importante operador del régimen de Maduro en materia de financiamiento de la tiranía. Y es que, a raíz de las sanciones europeas y estadounidenses a personeros y empresas venezolanas, han sido los negocios irregulares canalizados por el barranquillero, una importante fuente para la obtención de divisas de los jerarcas chavistas.

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