El futuro de la Refinería di Kòrsou (RdK) en Curazao está en juego tras el anuncio del primer ministro de la isla, Gilmar ‘Pik’ Pisas, de que el acuerdo con Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) ha fracasado. Lo que se suponía que sería un renacimiento de la relación económica y petrolera entre Venezuela y Curazao, ahora enfrenta una nueva serie de obstáculos, dejando a la isla caribeña en una situación económica y política precaria.
Un acuerdo fallido
El acuerdo inicial, firmado a fines de 2023, prometía un suministro de 450 millones de dólares en petróleo por parte de PDVSA durante la próxima década. Además, el crudo venezolano sería utilizado para saldar deudas pendientes con ex empleados, jubilados, viudas y huérfanos de la Refinería di Kòrsou, por un monto estimado en 21 millones de dólares.
Sin embargo, este plan colapsó cuando Pedro Rafael Tellechea Ruiz, el ministro venezolano que firmó el acuerdo fue destituido de su cargo dejando el compromiso de Venezuela en el aire. Según Pisas, el resultado es que Curazao “ha vuelto al punto de partida”, sin el petróleo ni el dinero prometido por Venezuela.
La respuesta de Giselle McWilliam
Ante la gravedad de la situación, la líder del partido Movimiento Alternativo Nacional (MAN), Giselle McWilliam, ha exigido respuestas claras tanto del gobierno de Pisas como de las autoridades de la Refinería di Kòrsou. En una reciente declaración, McWilliam expresó su asombro por la magnitud del problema: “Es increíble que después del fiasco con PDVSA, donde Curazao perdió 600 millones de dólares, ahora nos digan que no va a venir nada de Venezuela”, según publicó https://www.curacaochronicle.com/post/main/man-leader-demands-answers-on-failed-pdvsa-deal/
McWilliam no solo ha señalado la falta de transparencia en los detalles del acuerdo fallido, sino que ha planteado importantes preguntas sobre el manejo de las negociaciones. “¿Quién firmó el acuerdo y qué especificaban los documentos?”, se pregunta la líder política. Además, exige que se esclarezcan las acciones a tomar ahora que Venezuela no ha cumplido con sus obligaciones, lo que deja un vacío económico y logístico considerable.
Un contexto de dificultades económicas
Este fracaso no es el primero que enfrenta el gobierno de Pisas en relación con la Refinería de Curazao. McWilliam ha señalado que el gabinete ya había enfrentado problemas con la planta refinadora anteriormente y que, sumado a los conflictos previstos con la empresa Oryx Midstream, la situación de la isla se ve aún más complicada.
La refinería, que reabrió recientemente tras cinco años de inactividad, ha sido una pieza clave en la economía de Curazao durante décadas. Operada por PDVSA desde 1985 hasta 2019, la refinería fue un importante centro de procesamiento de crudo, en su mayoría proveniente de Venezuela, debido a su proximidad a las costas venezolanas, ubicadas a solo 100 kilómetros.
El impacto de las sanciones a Venezuela
Otro factor crucial en este escenario son las sanciones impuestas a Venezuela por Estados Unidos, las cuales se flexibilizaron temporalmente a finales de 2023, lo que permitió las negociaciones entre PDVSA y RdK. Sin embargo, esta flexibilización podría ser revertida próximamente, dependiendo de las decisiones de la administración de Joe Biden en torno a las elecciones presidenciales venezolanas de julio de 2024, y los desafíos políticos en Caracas, incluida la inhabilitación de candidatos opositores.
Con estas sanciones en juego y un acuerdo que ha caído por completo, Curazao enfrenta una enorme incertidumbre sobre el futuro de su sector energético y su relación con Venezuela.
¿Qué sigue para Curazao?
La reactivación de la Refinería di Kòrsou es clave para la estabilidad económica de la isla, pero la falta de petróleo venezolano complica cualquier plan de futuro. Patrick Newton, director de la refinería, ha intentado tranquilizar a la población afirmando que existen planes alternativos. En una reciente entrevista, destacó la búsqueda de otros socios internacionales y la implementación de proyectos energéticos sostenibles, como un campo de paneles solares.
No obstante, las soluciones a corto plazo siguen siendo inciertas. La refinería también ha firmado acuerdos para la producción de asfalto con la empresa estadounidense Global Oil, pero la falta de crudo venezolano complica la situación. Además, McWilliam advierte que las dificultades con Oryx Midstream y otros posibles socios dejan al gabinete de Pisas sin margen de error.
La fallida relación entre PDVSA y la Refinería di Kòrsou deja a Curazao en un punto crítico. Sin las respuestas adecuadas sobre lo que ocurrió con el acuerdo de suministro de petróleo, el país enfrenta retos significativos en su búsqueda por estabilizar su economía y mantener la refinería en funcionamiento. La oposición liderada por Giselle McWilliam sigue presionando por claridad y soluciones, mientras que las miradas están puestas en cómo responderá el gobierno de Curazao y si podrán sortear la tormenta política y económica que se avecina.