Exdirectivo del fútbol ecuatoriano, Luis Chiriboga, entre los más mencionados en el FifaGate

Por Maibort Petit
@maibortpetit
El exdirigente del fútbol ecuatoriano ha salido a relucir prácticamente en cada declaración de los testigos que han subido al estrado de la Corte de Brooklyn, resultando que parte de los sobornos que recibió se destinó al pago de shows artísticos de reconocidas figuras de la farándula internacional. 

El experiodista de la televisora brasileña O Globo y expresidente de la empresa Traffic Group, José Hawilla, figura entre los últimos en hacer revelaciones en el contexto del juicio que en la Corte del Distrito Este de Nueva York se le sigue a los exdirectivos del fútbol mundial, Juan Napout (Paraguay), Manuel Burga (Perú) y José Marín (Brasil).

Ante la jueza de la causa Pamela Chen y el jurado que en la Corte de Brooklyn se encargará de determinar si los acusados son culpables, Havilla confirmó la realización de pagos irregulares en beneficio de expresidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, (FEF), Luis Chiriboga Acosa, resultando este entre los que más veces ha sido referenciado por los testigos en el juicio.

Chiriboga también salió a la luz cuando la emisora radial La Redonda de Quito, Ecuador, dio a conocer las transcripciones de la declaración que formuló el hijo del extitular de la Ecuafútbol, Luis Chiriboga Merino, quien aparte de aceptar que incurrió en actividades de legitimación de capitales para su progenitor, también narró que este usaba dinero de los sobornos para financiar eventos artísticos.
En específico Chiriboga Merino dijo que parte de ese dinero sirvió para cancelar el pago de artistas como el grupo de rock argentino Enanitos Verdes, el DJ David Guetta, José Luis Rodríguez y Juan Luis Guerra.

“Mi padre hizo shows musicales en Ecuador durante 30 años. Hubo veces en las que tenía que pagarles a los artistas por sus espectáculos. Eran eventos musicales organizados con los Enanitos Verdes, David Guetta, José Luis ‘el Puma’ Rodríguez y Juan Luis Guerra”.

Sobornos para todo

José Hawilla aseguró ante la jueza y los miembros del jurado que era sumamente difícil que en el seno de los organismos regentes del futbol prosperara cualquier asunto sino había de por medio un soborno. “Era muy difícil hacer algo sin pagar sobornos”.

El expresidente de Traffic relató que durante décadas pagó coimas a insaciables exjerarcas del fútbol de las Américas. Esta compañía tenía derechos de televisación de la Copa América y la Copa Libertadores, para lo cual debió desembolsillar permanentemente sobornos a varios dirigentes.

Hawilla se declaró culpable el 12 de diciembre de 2014 y ahora presta su colaboración a la justicia estadounidense para lo cual, incluso, llegó a realizar grabaciones clandestinas de manera de poder recoger evidencias de otros acusados en este mega escándalo.
Debido a problemas de salud, este testigo de la fiscalía debía subir al estrado asistido por un tanque de oxígeno.

Ante los presentes explicó que su empresa —que forma parte de las tres que están siendo acusadas— había firmado un contrato con la Conmebol por los derechos de las Copas América 2007, 2011 y 2015. Las otras compañías procesadas son Full Play y Torneos y Competencias.

Señaló a Nicolás Leoz, presidente de la Conmebol, como uno de los beneficiados con los pagos irregulares, así como a los exjefes del fútbol argentino y brasileño, el difunto Julio Grondona y Ricardo Teixeira, este último acusado en Estados Unidos pero en libertad en Brasil.

Indicó que el primer pago irregular que pagó ocurrió el 23 de enero de 1991 y esta coima estuvo dirigida al paraguayo Nicolás Leoz, por un monto entre los 400 mil y 600 mil dólares, una acción que lamentó ante el jurado pues los dirigentes se acostumbraron a pedir dinero en cada ocasión en que debían renovarse los contratos televisivos.

Entretanto, precisó que los pagos destinados a Teixeira se hicieron primero a través de cambistas, habiendo comenzado  con pagos de un millón de dólares anuales que se fueron incrementando “a 1,2 millones, luego a 1,5 millones, después a 2 millones, después a 2,5 millones y luego a 3 millones” de dólares.

Las coimas destinadas a Grondona se llevaban a cabo a través de la agencia de viajes Alhec Tours.

José Hawilla indicó que lo que se perseguía era que Argentina y Brasil pusieran a jugar a sus principales jugadores en la Copa.

El expresidente de Traffic advirtió que en el año 2010 su contrato se canceló durante el Mundial de Sudáfrica, debido a “un golpe de Estado” que en el seno de la Conmebol dio Luis Chiriboba a través del denominado Grupo de los seis.

Sin que él se diera cuenta —explicó— la Conmebol firmó un nuevo contrato con Full Play regentada por los argentinos Hugo y Mariano Jinkis, quienes adquirieron los derechos de transmisión televisiva de las Copas América 2015, 2019, 2023 y la Copa América Centenario 2016.

Golpe de estado en la Conmebol

Según dijo, Leoz le manifestó que se había visto “obligado a firmar ese contrato” debido a que el Grupo de los Seis, a saber Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Venezuela y Paraguay, lo amenazaron —junto a Grondona y a Teixeira— con defenestrarlo de la presidencia de la Conmebol. “Era un golpe de Estado para sacar a esos tres y asumir ellos seis”.

Dijo que de manera agresiva, Luis Chiriboba lo amenazó y le advirtió que ahora el control de la Conmebol estaba en sus manos.
“Ahora mandamos nosotros en la Conmebol. Traffic está fuera (…) Ustedes siempre acordaron [el pago de sobornos] con los tres [Leoz, Teixeira y Grondona] y nosotros siempre quedamos fuera no solo de los acuerdos financieros sino de las decisiones”.

Hawilla le reprochó que “no puedes romper un contrato válido”, pero la respuesta de Chiriboga fue contundente, según narró: “Puedo y lo acabo de hacer”.

José Hawilla demandó en Florida a la Conmebol en 2011 por la ruptura del contrato y loas partes llegaron a un acuerdo que consistió en que la empresa Datisa dividiría en partes iguales los beneficios de las Copas América de 2015 a 2023 —incluida la edición Centenario de 2016— entre Traffic, Full Play y Torneos.

Las empresas Full Play y Torneos y Competencias exigieron a cambio, que Hawilla pagara 10 millones de dólares para cancelar los sobornos a los miembros de la Conmebol.

El testigo refirió que el pago de sobornos era un asunto que le desagradaba. “No estoy tratando de eximirme de esta culpa. Yo cometí un error aceptando aunque fuera a último minuto. Me arrepiento mucho de eso, debería haber parado ahí (…) pero lo dejé para después”.