El pasado viernes 25 de septiembre a la 1:00 PM fue presentado ante el juez Jonathan Goodman el piloto venezolano, Alejandro Javier Marín, acusado de haber mentido al gobierno de los Estados Unidos en el marco de un programa de cooperación que le permitía a los agentes federales recibir información sobre un esquema de lavado de dinero vinculado a una organización criminal presuntamente operado por funcionarios del régimen venezolano.
Alejandro Javier Marín, presidente de My Jet Saver, con sede en Opa Locka, Florida, fue arrestado el 19 de septiembre en Miami debido a una acusación de tres cargos relacionados con ocultar información y hacer declaraciones fraudulentas a los agentes federales estadounidenses.
Había una preocupación por parte de los encargados del caso porque Marín debía haber sido presentado ante un juez de la jurisdicción antes de las 72 horas de su arresto, pero debido a que el acusado dio positivo en el examen de coronavirus no fue autorizada su presentación por videoconferencia.
Según la acusación criminal que procesa la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Marín habría sustraído USD 140,000 de un paquete de dinero en efectivo que sería incautado a una organización criminal internacional, Cuando los agentes interrogaron a Marín sobre los fondos faltantes, el acusado mintió.
Marín era una fuente confidencial de la Oficina de Investigación de Seguridad Nacional (HSI) desde enero de 2018. En esa condición participó en una operación encubierta que tenía como objetivo el encausamiento y arresto de los miembros de la organización que no fue revelada, aunque fuentes vinculadas al caso señalaron que está vinculada al actual ministro de Petróleo del régimen venezolano, Tareck El Aissami, y su asociado, Samark López Bello.
Los documentos federales dicen que la organización criminal había acordado enviar a los Estados Unidos un dinero en efectivo producto de ganancias de actividades criminales.
Marín tenía que transportar el dinero a Estados Unidos. El 26 de julio transportó en sus aviones 1,297,500 euros en efectivo que estaban envueltos en seis paquetes que fueron incautados.
Según los documentos federales, uno de los paquetes tenía escrito el apellido de Marín y la cifra 999,400 euros. Cuando lo revisaron, los oficiales de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional se enteraron que el paquete estaba abierto y que contenía una cantidad menor a la suma indicada.
Los agentes revisaron el teléfono celular de Marín y descubrieron que éste había recibido un correo electrónico en el que uno de los miembros de la organización criminal, identificado como «Individuo 1», le pidió que sacara dinero del envío para pagarle a una persona asociada a un equipo de fútbol en el exterior cuyo nombre no fue revelado.
En la entrevista que le hicieron los agentes a Marín para preguntarle por los USD 140,000, el acusado sostuvo que le pediría a la persona de la organización que repusiera el dinero. El individuo envió 130,000 dólares a través de las cuentas de su empresa pero el acusado nunca reveló a los agentes la operación.
Con el tiempo, en agosto de 2020 los funcionarios del gobierno descubrieron que Marín había mentido. Luego de un mes, el acusado llamó al agente que atendía el caso Timothy McCain para informarle que luego de haber consultado con su contador recordó que había recibido 130,000 dólares en enero de 2019.
Desde el 19 de septiembre cuando fue arrestado, Marín está en una celda aislada en el Centro Federal de Detención de Miami porque dio positivo al test de Covid-19. El acusado aceptó hacer la presentación inicial por videoconferencia el viernes en la tarde ante el juez Goodman.