Los viajes corruptos de Alejandro Granado y otros funcionarios de PDVSA

  En el ínterin de 9 meses del año 2009, la estatal petrolera debió pagar por vuelos no justificados un total de USD 1.232.043,64.

Por Maibort Petit

  Durante la “cuarta república” las denominadas “colitas de PDVSA” se constituyeron en un escándalo de corrupción que fue enarbolado como bandera por el finado expresidente, Hugo Chávez, cuando arribó a la primera magistratura, al asegurar que tal situación —uso irregular de los aviones de la petrolera por parte de funcionarios y sus familiares— no se repetiría en su gobierno. En tal sentido, anunció la venta de las aeronaves y una serie de medidas para evitar la repetición de estos hechos. Todo ello quedó en la mera anécdota y retórica, pues el propio avión presidencial —el “camastrón”— y la utilización de los aviones de Petróleos de Venezuela S.A. o la contratación de vuelos pasaron a ser emblema de la irregularidad que, no solamente se mantuvo, sino que se incrementó. Tal es el caso de los vuelos de Alejandro Granado, expresidente de la filial de la estatal en territorio estadounidense, CITGO, que a continuación referimos.
  El irregular usufructo de los recursos del estado a través del uso de los aviones por funcionarios y sus allegados varió en metodología, puesto que del abordaje de aviones oficiales se pasó al arrendamiento de las aeronaves para así tratar de hacer pasar desapercibidas dichas irregularidades.

        Esa fue la estrategia utilizada por Granado, de cuya gestión al frente de CITGO hemos denunciado en recientes entregas, otras irregularidades.

  Ya en 2014 lo denunciaba Joaquín Chaffardet, en un informe que daba cuenta de la llamativa frecuencia con que Granado figuraba en los reportes de vuelos de aviones del estado venezolano a diferentes destinos, sin que existiera justificación alguna que relacionara tales itinerarios con diligencias de la petrolera.

  Agregaba la nota que de 27 aviones con que contaba PDVSA para la época, dos de ellas, un Beechcraft 1900D, matrículas YV2861 y uno que responde a las siglas YV2862, no son utilizadas para las labores de exploración y producción petrolera, sino que “En medios de la aviación privada se dice que son utilizados para vuelos nacionales de dirigentes del PSUV y gerencia media-baja de Pdvsa”.

  La información recogía la denuncia de Chaffardet quien acusó injustificados vuelos a la Florida y otros destinos, que debieron ser cancelados por quienes los realizaron y no por PDVSA, toda vez que respondían a la movilización de los usuarios desde y hasta su residencia particular —es decir uso personal—, en el citado estado y no a Texas, sede de la empresa.

  Los vuelos alquilados de Granado y su familia en 2009 totalizaron USD 928.631,01.

  Fueron 84 vuelos por los que CITGO Petroleum Corporation pagó fletes que variaron desde los USD 1.674 hasta USD 18.832,50, con itinerarios que variaron entre Fort Lauderdale-Houston, Maiquetía-Fort Lauderdale (y a la inversa), Washington-Houston, Teleboro- Fort Lauderdale, entre otros.

   Entre los pasajeros estaba el propio Alejandro Granado, así como Rosana Granado, Phil Reedy, Maritza Villanueva, Richard Gooley.

  La información recogía una advertencia de Chaffardet: “Es necesario tener en cuenta lo siguiente: cuando se contrata un vuelo privado Caracas-Houston y el avión debe regresar a su base en Caracas para volver a Houston días después a recoger los pasajeros para regresar a Caracas, los asientos vacíos se cobran. En enero de 2009 el avión de CITGO que voló vacío de Houston a Maiquetía para recoger a Rafael Ramírez y su familia, se cobra al igual que el vuelo que días más tarde fue a recogerlos a Eagle, en Colorado, y los llevó a Fort Lauderdale en Florida”.

Los vuelos de Ramírez

  Alejandro Granado no fue el único funcionario de PDVSA que endilgó a la petrolera el pago de vuelos particulares, pues entre los que recurrieron a esta práctica también figura el presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, cuyos vuelos irregulares sumaron USD 98.874,77.

  Fueron 9 vuelos cuyas tarifas variaron entre los USD 6.119,41 y USD 17.577.

  Los pasajeros fueron Rafael Ramírez, Beatriz Ramírez, Ernesto Ramírez, Julián Ruiz y Marco Pantoja.

Los vuelos de Zelaya

  No solamente funcionarios venezolanos se habrían valido de sus posiciones para usar irregularmente las aeronaves —bien propias o arrendadas—, pues también el expresidente de Honduras, Manuel Zelaya y sus colaboradores,  usufructuaron los recursos de PDVSA en traslados aéreos para misiones ajenas a las de la empresa, como era las relacionadas al ALBA, en este caso.

 Los 27 vuelos del exmandatario centroamericano (tanto personales como relacionados con sus asuntos) y su entorno, representaron erogaciones por USD 204.437,64.

  En este caso fueron itinerarios como Houston-Managua, Managua-Washington (y a la inversa), San José-Managua (y a la inversa), Santo Domingo-Washington, Washington-New Orleans, Guatemala-Managua, entre otros. Las tarifas de estos vuelos variaron entre USD 1.610,37 y USD 20.088.

  Entre los pasajeros de estos vuelos se cuentan Nicolás Maduro, Gustavo Vizcayno, José Zelaya, Patricia Rodas, Melina Villanueva, Andrés Izarra, Francisco Arias Cárdenas, entre otros.

  De tal manera que los viajes privados pagados por PDVSA solamente durante nueves meses de 2009, constituyeron un gasto sin justificación alguna para el país de USD 1.232.043 dólares.