Los cómplices de Irán en América Latina sacan sus cuentas

Algunos gobiernos de América Latina le sirveron a Irán como puente para violar las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y los embargos estadounidenses. Es decir, que pecaron con facilitar sus espacios geográfico y sus recursos naturales, para satisfacer una alianza tripartita conformada por Hugo Chávez, los hermanos Castro y el Mahmud Ahmadineyad.

Ecuador, Bolivia, Nicaragua y el resto de los países con los que Irán estableció acuerdos comerciales, son meros instrumentos del proyecto político de Chávez, quien acostumbra a comprar los apoyos de sus serviles seguidores con dinero, proyectos farónicos que nunca concluyen, y juegos políticos. También son piezas del ajedrez político de Admadineyad que tienes otros objetivos y propósitos que no coinciden con los que podrían tener los pueblos latinoamericanos.
La última visita de Ahmadineyad dejó a muchos con la duda sobre la verdadera naturaleza de la alianza tripartita (Irán, Cuba y Venezuela), y de los beneficios que se pueden obtenerse de los intercambios comerciales que se están firmando. 
Muchos se vieron como los tontos útiles, las piezas que Admadineyad mueve  para cumplir con sus propósitos antinorteamericanos que no son muy sanos que se diga.
Hay varios analistas que han afirmado que el último viaje de Admadineyad a Latinoamérica fue un fracaso y que la alianza no tiene futuro. Primero, porque el cáncer de Chávez congeló los planes de Venezuela y enredó los de Cuba; segundo, porque Irán no ha cumplido con los desembolsos previstos y tercero, porque  los gobiernos de la región siguen manteniendo vínculos comerciales y políticos con los Estados Unidos y no les conviene convertirse en enemigos de la hasta primera potencia mundial.
Admadineyah necesita el apoyo de sus socios en Latinoamérica. El líder islámico tienen enormes problemas internos. Si las elecciones  en Irán fueran libres y transparentes, Admadineyah saldría del poder este año, pero al igual que en Cuba y Venezuela, los sistemas electorales responden al poder y no a la decisión de las mayorías votantes, razón por la cual permanecerá al mando. 
Brasil ya no juega el ajedrez persa
No sabemos sí fue por la visita del presidente, Barack Obama, los acuerdos firmados con EEUU,o porque simplemente, la presidenta, Dima Rausseff no simpatiza con la causa iraní, que las relaciones entre Brasil e Irán están congeladas.
El mismo Ahmadineyad llora la pérdida de Lula Da Silva con quien logró cosechar varios negocios. Públicamente, el presidente iraní informó que: “La presidenta brasileña golpeó todo lo que Lula había hecho. Ella destruyó años de buenas relaciones”. La pataleta de Ahmadineyad no es para menos, y es que la economía brasilera es la más sana y creciente de la región, y la que ofrece los mejores números ante la crisis financiera que viven los Estados Unidos y Europa.
Brasil está mas cercano a los EEUU y más lejano de algunos de los enemigos de Occidente. La delegación diplomática del gobierno de Brasil dió a conocer públicamente que prefiere a EEUU que a Irán y que la nueva presidenta desea tener las mejores relaciones comerciales y amistosas con la administración de Barack Obama.
Tambien Rousseff puso de manifiesto sus preferencias geopolíticas, en marzo, cuando apoyó una investigación de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en el país persa.
“Irán también lamenta el hecho de que Brasil haya abandonado los esfuerzos diplomáticos por atenuar la presión sobre el programa nuclear iraní”, agregó el rotativo, que atribuyó al enfriamiento de las relaciones bilaterales la decisión de Ahmadineyad de excluir a Brasilia de la gira que realizó a comienzos de enero por Venezuela, Cuba, Nicaragua y Ecuador, resaltó un cable de efe.
Todavía se están sacando números. El conflicto con Irán sigue adelante, y ya se observan vientos de guerra.