Por Maibort Petit
@maibortpetit
@maibortpetit
Efraín Antonio Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas sometieron a consideración del juez Paul Crotty una nueva moción previa al juicio para que se excluya de las pruebas del gobierno el testimonio del informante CS-1 sobre la identificación de una sustancia blanca polvorienta manipulada por los dos acusados y que la fiscalía insiste que era cocaína. La solicitud está basada en las Reglas Federales de Evidencia, incluyendo las Reglas 401, 402, y 702.
Los acusados exigieron excluir ciertos testimonios de los informantes identificado como CS-1 y CS-2 sobre el kilo de cocaína, argumentando que para ser usado se “requiere que el tribunal de distrito obtenga un testimonio de un experto es confiable.”
Los abogados de los Flores hacen referencia al testimonio previsto de los informantes en cuanto a la pureza de la sustancia en polvo blanca, señalando que dicha evidencia no debe ser admitida.
Aseguran que si bien es cierto que en las circunstancias apropiadas, el testimonio puede constituir una evidencia apropiada para identificar la sustancia como la cocaína, “en este caso el testimonio es inapropiado porque se produce por un usuario familiarizado con el efecto de la droga, que ingiere la cocaína y experimenta el efecto químico asociado con la sustancia.
Dicen que CS-1 y CS-2 fueron los únicos agentes del gobierno que observaron la supuesta muestra de la cocaína en este caso, y que CS-1 fue quien testificó que no la probó sino que la tocó y la olió y con ello determinó que la sustancia en polvo en cuestión era la cocaína.
Los argumento incluyen la testificación de CS-1 donde el informante narraba que “si no se hace una prueba química, puede que no sea posible determinar la pureza. Pero en base a mi propia experiencia puedo decir que era la cocaína de excelente calidad, y podría decir que a causa de su color, porque brillaba, y debido a su consistencia era de alta calidad”. Señalan que CS-1 se puso la sustancia en su mano y cuando la frotó dijo que tenía una consistencia de aceite puro y fue cuando le dijo a Flores y a Francisco que era cocaína de la buena.
Por esa razón, los abogados de Campos Flores y Flores de Freitas dicen que el tipo de testimonio ofrecido por CS-1, “donde ni consumió la cocaína ni era el proveedor de la supuesta droga”, se desvía de lo exigido por las leyes que obligan a que exista un testimonio de los expertos para que sea admitido.
Sostienen que el Gobierno no puede cumplir con su obligación de demostrar que el testimonio de CS-1 represente un conocimiento especializado para ayudar al juez a comprender la naturaleza de los hechos que se pretenden probar. “CS-1 era un consumidor de cocaína crónica hasta poco antes de la audiencia de supresión”.
Por otra parte, el gobierno puede señalar la existencia de un apoyo válido a la idea de que la cocaína puede ser identificada a través
el tacto y el grado en el que “brillaba” pero hay ninguna indicación de que el testimonio ofrecido por CS-1 es el producto de “principios y métodos fiables” o que está basado en “hechos suficientes o datos “.
Se requiere que el Gobierno presente de cualquier forma adecuada, con divulgación de opiniones de expertos que la sustancia era cocaína, y no puede citar ninguna autoridad que apoya la idea de que la droga puede ser identificada con cierto grado de precisión a través del método descrito por CS-1.”