El crimen organizado transnacional en Guatemala crece pauta de Venezuela, erigiéndose como un narcoestado emergente que cada día guarda más similitudes con el régimen de Nicolás Maduro y su empresa criminal.
Son alarmantes las semejanzas entre el crimen organizado transnacional en la nación centroamericana y la situación de Venezuela donde el Estado funciona como una herramienta de una corporación criminal. La corrupción y la falta de legitimidad electoral en Guatemala convierten al país en un centro de distribución clave para el narcotráfico en Centroamérica.
Para colmo, funcionarios clave de la Embajada de Estados Unidos en Guatemala, designados durante la administración Trump, pero alineados con la agenda de la administración Biden, prestarían colaboración y estarían protegiendo estas estructuras corruptas, a través de extorsiones a políticos locales para luego presentar «resultados en papel» que enmascaran el deterioro real de la situación.
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Crimen organizado transnacional en Guatemala y Centroamérica
Es alarmante la creciente influencia del crimen organizado transnacional en Guatemala, especialmente por paralelismo directo con la captura del Estado venezolano por parte de corporaciones criminales.
La gravedad del asunto hace que Guatemala se perfile como un narcoestado emergente, al funcionar como un centro logístico y de tránsito crucial para los carteles mexicanos, especialmente en el trasiego de cocaína y fentanilo proveniente de China.
El gobierno del presidente Bernardo Arévalo y su partido, Semilla, enfrentan graves acusaciones de fraude electoral y colusión con el terrorismo, específicamente por facilitar la fuga de 43 líderes de la Mara Barrio 18, designada como organización terrorista por Estados Unidos. Esto provocó un retroceso de 20 años en los índices de violencia y un colapso en la inversión extranjera que creó un caos deliberado que beneficia a las estructuras criminales.
Los carteles de la droga demuestran una sofisticación creciente, utilizando criptomonedas para el lavado de dinero y armamento avanzado, como drones iraníes. Esto contrasta con las ineficaces estrategias tradicionales de captura de líderes, por lo que se impone un enfoque dual: un ataque contundente a las estructuras financieras de dichas organizaciones criminales y la eliminación de su capacidad operativa mediante acciones directas.
Guatemala: un Estado al borde de la captura criminal
En Guatemala —al igual que en Venezuela— el Estado se convirtió en una «mera herramienta» de una organización criminal. Esta transformación se atribuye a una crisis de legitimidad y a la penetración profunda del crimen organizado en todas las esferas del poder.
El gobierno de Bernardo Arévalo surgió de un proceso electoral con irregularidades que rompieron el contrato social. Asimismo, el partido gobernante, Semilla, es objeto de serias acusaciones.
Además, investigaciones del Ministerio Público revelaron pruebas de fraude en la formación del partido y en las elecciones que llevaron al poder al presidente Arévalo.
Los señalamientos refieren que se utilizaron firmas de personas fallecidas, firmas falsificadas —una misma firma para 30 o 40 personas— y datos de archivos fiscales. Un juez ordenó la cancelación del partido, pero la Corte de Constitucionalidad revirtió la decisión.
Igualmente, el partido Semilla, que no figuraba ni en el octavo lugar, ascendió repentinamente al segundo puesto gracias al sistema Smartmatic. Se demostró que en centros de votación se registraron más votos para el partido que el número total de votantes asignados. Por todo esto, la falta de legitimidad de origen resultó en un gobierno turbulento y en una polarización extrema entre facciones alineadas con el crimen organizado y la oposición.
Colusión con el terrorismo y deterioro de la seguridad
La colusión con el terrorismo se visualiza a través de hechos como la fuga de líderes de la Mara Barrio 18 —organización terrorista designada por EE. UU— bajo la aparente anuencia del gobierno guatemalteco.
También se reportó el robo de un gran lote de armamento de los depósitos de la Fuerza Aérea y habrían ido a manos de un grupo afín al gobierno. Acciones todas que han llevado a la nación centroamericana a un retroceso de 20 años en materia de seguridad, además de alcanzar niveles históricos de homicidios con arma de fuego y arma blanca.
La percepción de inseguridad ahuyenta la inversión y las oportunidades de empleo. Hay al parecer la intención de generar caos y mientras la población se preocupa por la subsistencia diaria, las organizaciones criminales operan con libertad.
Eje geopolítico del narcotráfico en Centroamérica
Centroamérica funciona como un corredor estratégico indispensable para el crimen organizado. Guatemala y Honduras son los eslabones más críticos en la cadena de suministro hacia los carteles mexicanos y el mercado estadounidense.
La droga ingresa a la región desde Suramérica (Colombia, Ecuador, Venezuela) a través de dos rutas principales: el Pacífico (directo a México o Guatemala) y el Atlántico. Honduras es el «penúltimo punto» y el principal país receptor de la droga que llega por el Atlántico.
Guatemala recibe la droga de Honduras y, gracias a su frontera terrestre porosa con México, se produce la entrega directamente a los carteles mexicanos (Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, etc.).
Costa Rica se convirtió en el «gran almacén» de droga de la región. Desde allí, los cargamentos se trasladan por vía terrestre hacia Honduras y Guatemala.
Fentanilo y la dinámica del mercado
El fentanilo llega directamente desde China a los puertos de Guatemala. Las autoridades aduaneras, bajo el control del superintendente de la administración tributaria, permiten su paso para luego ser enviado a México.
El precio de la cocaína en Guatemala colapsó, al pasar de USD 12 000 a USD 5 500 el kilo en los últimos 4-5 años. Este fenómeno indica la existencia de un «gran almacenamiento de droga» dentro del país, lo que reduce la necesidad de importarla directamente de Suramérica.
Metástasis de la corrupción y la penetración institucional
El narcotráfico evolucionó y transformó su estrategia, pues en lugar de sobornar autoridades caso por caso, invirtió durante décadas en poner sus propias autoridades, financió la educación de abogados, economistas y otros profesionales que hoy ocupan puestos clave.
El crimen organizado penetró los tres poderes (organismos, según la denominación guatemalteca) del Estado.
- Organismo Judicial: cuenta con jueces que pertenecen a la Mara Barrio 18.
- Organismo Legislativo: tiene legisladores y operadores. Altos funcionarios del Congreso, incluido su presidente, tienen antecedentes delictivos conocidos. Fueron puestos en sus cargos con el apoyo de la embajada estadounidense.
- Organismo Ejecutivo: ministros clave, como el de Gobernación y el de Defensa, son señalados por su responsabilidad directa en la fuga de los mareros y la pérdida de armamento.
Incongruencia de la política exterior de EE. UU.
Un punto central en este asunto es la grave desconexión entre las políticas declaradas por la administración Trump y las acciones de sus funcionarios en el terreno, particularmente en la Embajada de EE. UU. en Guatemala.
El embajador y el jefe de la misión diplomática, aunque representan a la administración Trump, en la práctica le adversan, son de ideología “progesista”, pro agenda LGTB y propalestinos.
Estos funcionarios son señalados de haberse coludido con las estructuras corruptas de Guatemala, ejercen presión directa sobre los diputados guatemaltecos a quienes amenazan con la anulación de sus visas y las de sus familias si no aprueban ciertas leyes. Las reuniones con jefes de bloque se realizan en la misma embajada. Logran engañar al Departamento de Estado en Washington al presentar resultados superficiales.
Sofisticación de los carteles y estrategias para combatirlos
Las organizaciones criminales evolucionaron significativamente y superaron las capacidades de las fuerzas del orden tradicionales.
| Capacidad | Descripción |
| Lavado de dinero | La modalidad principal ya no es el efectivo, sino las criptomonedas. Se utilizan transacciones complejas a través de países asiáticos (Singapur, Tailandia) y el sistema financiero de EE. UU. para legitimar fondos. |
| Armamento | Poseen armamento superior al de muchos ejércitos. Se ha documentado la entrada de drones de ataque iraníes a Guatemala para los cárteles mexicanos y la incautación de un helicóptero del ejército iraní. |
| Inteligencia | Contratan a ex expertos de agencias gubernamentales, lo que les proporciona una ventaja táctica significativa. |
| Control político | Su poder financiero les permite comprar voluntades, financiar campañas e imponer candidatos, controlando gobiernos enteros desde adentro. |
| Guerra híbrida | Utilizan «netcenters» (influencia y manipulación la opinión pública de diversas y hostiles maneras) para campañas de desinformación y ataques de reputación. Medios de comunicación internacionales son utilizados para diseminar propaganda y confundir a la opinión pública. |
La única forma de desmantelar estas corporaciones criminales es a través de una estrategia dual y contundente:
- Asfixia financiera: atacar agresivamente sus finanzas. Esto implica congelar y confiscar activos, especialmente criptomonedas, rastrear el dinero lavado en bienes raíces y otros sectores de la economía legal (la «economía espejo»).
- Eliminación de la capacidad operativa: neutralizar no solo a los líderes, sino a toda la estructura operativa que permite el trasiego de drogas, armas y dinero. Esto podría requerir acciones militares directas, tratando a los carteles como las organizaciones terroristas que son.
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