En un tribunal federal de Brooklyn, se reveló una acusación formal que sacude las bases de la seguridad nacional de los Estados Unidos. Linda Sun, exasistente de alto rango de los gobernadores demócratas Kathy Hochul y Andrew Cuomo, así como su esposo, Christopher Hu, fueron acusados de actuar como agentes encubiertos de China en Nueva York.
El escándalo es de grandes dimensiones, toda vez que la acusación de los susodichos incluye cargos de violar la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, fraude de visas, tráfico de extranjeros y conspiración para lavar dinero.
Sun y Hu actuaban como agentes no revelados de la República Popular China (RPC) y del Partido Comunista Chino (PCCh) y, de acuerdo a la fiscalía, la mujer se valió de su posición en el gobierno neoyorkino para promover los intereses del país asiático en Estados Unidos, esto a cambio de beneficios económicos.
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La red de influencias de Linda Sun
Linda Sun, quien ocupó puestos estratégicos en el gobierno del estado de Nueva York, supuestamente utilizó su influencia para promover los intereses del gobierno chino. Según la acusación del gobierno, Sun bloqueó el acceso de representantes de Taiwán a funcionarios de alto nivel.
Del mismo modo, la exfuncionaria manipuló mensajes oficiales en favor de la RPC y facilitó reuniones entre delegaciones chinas y funcionarios neoyorquinos. A cambio, recibió importantes coimas, como transacciones millonarias para las actividades comerciales de su esposo en China, así como otros regalos lujosos.
La conexión con el PCCh
La acusación formal detalla cómo Sun actuó bajo la dirección de funcionarios del gobierno chino y representantes del PCCh, violando las normas internas del gobierno del estado de Nueva York para proporcionar ventajas indebidas a estos actores extranjeros.
Entre las acciones más graves, Linda Sun facilitó la entrada ilegal de funcionarios chinos a los Estados Unidos mediante cartas de invitación no autorizadas, lo que constituye un claro ejemplo de abuso de poder y traición a la confianza pública.
Enriquecimiento ilícito y lavado de dinero
El esquema ilícito orquestado por Sun y Hu les permitió amasar una fortuna lo cual les permitió mantener una vida de lujos y confort. Las entradas ilícitas en su presupuesto eran lavadas a través de la compra de grandes propiedades y automóviles costosos.
Entre las adquisiciones destacadas se encuentran una mansión en Manhasset, Nueva York, valorada en USD 4,1 millones, un condominio en Honolulu, Hawái, de USD 2,1 millones, así como varios vehículos de alta gama, incluidos un Ferrari Roma 2024 y un Range Rover 2024.
La respuesta de las autoridades
El fiscal federal, Breon Peace, subrayó la gravedad del caso al declarar que Sun y su esposo, mientras servían en el gobierno de Nueva York, en realidad trabajaban para promover los intereses de la RPC y el PCCh, lo que enriqueció a su familia con millones de dólares. Además, las autoridades enfatizaron el compromiso del FBI y del IRS de erradicar la influencia de agentes extranjeros en el país.
El caso de Linda Sun y Christopher Hu es un claro ejemplo de cómo la infiltración de agentes extranjeros en las instituciones en el gobierno de los Estados Unidos, puede amenazar la seguridad nacional. La acusación formal no solo revela el alcance de la influencia china en Nueva York, sino también el riesgo latente de que otros funcionarios puedan estar involucrados en actividades similares.
A medida que el proceso judicial avanza, este caso podría sentar un precedente crucial en la lucha contra la injerencia extranjera en los Estados Unidos. También puede revelar hasta dónde ha llegado uno régimen hostil a EE. UU. a intervenir en las decisiones del gobierno neoyorquino.
